lunes, 8 de diciembre de 2014

Sueños murakanianos


Murakami, amigo mío, me has vuelto a dejar con la miel en los labios. Dime: ¿al final, qué le pasó a esa pobre mujer insomne en manos de esos desalmados que le intentaban volcar el coche en aquel descampado?
Tus novelas me desconciertan. Me metes en tu mundo y, sin ningún miramiento, me arrojas a un limbo de ansiedad y desasosiego. Ya que pago tus novelas, y no las pirateo, al menos me podrías ofrecer alguna pista más sobre el desenlace. Pero bueno, tu sabrás que eres de Japón y has sido nominado varias veces para el Nobel de Literatura.
Se te nota en los andares que te pone un montón dejarnos a medias, como en un coitus interruptus en plan intelectual, pero que nos engancha, a los que te admiramos, como una droga dura.
Murakami de mi vida, nos gusta que nos des caña y lo sabes. Nos alucina tu mundo interior y la forma tan sutil y elegante que tienes de meternos en la piel de unos personajes tan complejos como tú, y como yo, y como mi vecina del quinto.
Tu éxito y tu magia radican ahí, en conectar con nuestra cara B, con nuestro lado oscuro, y con nuestros pensamientos más inconfesables. 
Dicho lo cual, para la próxima, amigo del lejano país del sol naciente, cierra un poco más el final de la novela aunque eso suponga un poco más de papel, un poco más de concreción por tu parte, y algún euro más de coste por ejemplar.
¿Qué narices le acaba sucediendo a esa pobre mujer, dime? ¡Me has dejado en ascuas! Ahora me vas a tener, como le haces a la enigmática protagonista de Sueños, diecisiete días sin dormir, y no hay derecho. Me están dando unas ganas a mí también de agarrar el coche e irme a un descampado.
Amarillo me tienes de tanto leerte y de tanto comer sushi.

2 comentarios:

  1. Creo que los finales de Murakami andan circulando por la red. Todavía no han cerrado esa página. Saludos.

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  2. Gracias por compartir. Les comparto mi blog de escritura: http://libretadeescritura.blogspot.com/

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