domingo, 28 de diciembre de 2014

Juan Luis Guerra


Me gustan los homenajes en vida. Los muertos ya no se enteran de nada, los pobrecitos. Mi vida no sería lo que es sin el dominicano Juan Luis Guerra. Él no lo sabe, pero, siendo ateo, me hice adepto de su religión hace muchos años. Incluso, muchos años antes de que se hiciera pastor evangélico, él ya era mi pastor.
Le admiro desde jovencito. Y nunca he dejado de admirarle porque nunca me ha defraudado ni como artista ni como persona. Juan Luis Guerra es más constante que pi, hasta en eso nos parecemos. Aunque siempre envidié su altura. Su camino y el mío tienen mucho en común. A los dos no nos importa en nada la apariencia, ni la fama, ni el dinero, nos importa lo que hacemos y lo que sentimos. Nos importa la gente. Nos importa lo sencillo. Ensalzamos la humildad por encima de cualquier otro valor porque lo consideramos el valor supremo.
Él en su religión, y yo en mi ateísmo, nos encontramos dándole el valor a la gente de la calle, cuyo máxima aspiración es llenar la olla cada día, sentir la caricia de un ser querido, o de disfrutar de la calidez de la sonrisa de un niño.
Por fortuna para mí, nos parecemos en muchas cosas. Él canta y yo lo imito. Pero no sólo imito su voz, su vibrato, y su modestia, imito su ejemplo de integridad, en una sociedad en la que la integridad está en peligro de extinción y el egocentrismo es el nuevo deporte olímpico.
Me siento emocionado porque ya suena en mi casa su último disco: TODO TIENE SU HORA. Hasta ahora siempre he tenido la dicha de poder comprar sus discos, incluso aquellos que tanto se criticaron por ser de música cristiana. Su Dios y mi Dios deben ser primos hermanos. Los mismos que le ensalzaron por ser el primer artista en fusionar la canción protesta con la música de baile, luego le pusieron de vuelta y media por cantarle a su Dios, o al Dios de cada uno de nosotros.
Siempre me vuelvo loco con alguna de las canciones de sus discos y en este caso no iba a ser menos. No paro de cantar el corte número ocho: Muchachita Linda. La considero otra de sus obras maestras.
Como bien dices en tu último disco, maestro, "todo tiene su hora" y hoy llegó la hora de brindarte este humilde pero sincero homenaje.
Gracias por todo, Juan Luis.

2 comentarios:

  1. Me encanta Juan Luis Gerra. Me encanta la bachata. Me dejo llevar por "la muchachita Linda"...Mis mejores deseos de año nuevo para tí...Un cálido abrazo.

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  2. Me encanta como lo describes y comparto este mismo gusto y bailarlo aún más !
    Saludos

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