sábado, 15 de noviembre de 2014

Confusionismo


La vida avanza conmigo detrás. La vida pastor nos convierte en borregos. Soy borrego. De pequeños, durante la catequesis, el cura nos decía que Dios era un pastor y nosotros su rebaño. Los del gobierno dicen que es Rajoy, aunque a mí me recuerda más a un compungido y resignado San José. En el Madrid dicen que es Cristiano Ronaldo. Los de Podemos dicen que su Dios es Pablo Iglesias. Las admiradoras de Pablo Alborán creen que él es el único Dios verdadero. 
De dioses está el mundo lleno. De hecho, hay gente tan endiosada que mea Chanel número 5. Dios es una Harley. Dios es un Ferrari. Dios es un diamante de sangre colgado del cuello de una famosa endiosada por la prensa rosa.
Pese a ese heterodoxo Olimpo que les describo, lo verdaderamente cierto es que cada uno de nosotros reinamos en nuestro propio paraíso, o en nuestro propio infierno interior. Somos tan dioses como demonios. 
Según los mandamientos que nos enseñaban, y que teníamos que recitar de carrerilla, no debemos de tomar el nombre de Dios en vano. Y, por si acaso, nos advertían : ¡Dios castiga y no con palos!...
Mientras pensaba sobre este dogma teológico, escuché a mis vecinos hablar:

-¡Manolo,vives como Dios!
-No, ¡qué dices!, lo que pasa es que yo vivo como Dios manda. Eso sí.
-Ni qué lo digas: Aunque ayer por la noche montaste la de Dios en Cristo.
-No, no sólo yo. ¡Fue todo Dios!
-Unos más y otros menos. ¡Bendito sea Dios la que se lió!
-¡Vaya por Dios! ¿Ahora me vas a decir a mi qué no fuiste tú?
-Sí. Yo hice lo que Dios me dio a entender.
-¡Dios me libre de volver allí!
-Seguro. ¡Allí no va a volver ni Dios!
-Pues que Dios reparta suerte.

Todos damos por hecho que Dios aprieta pero no ahoga. A Dios rogando y con el mazo dando. Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, La Virgen María y el Espíritu Santo -rezaba mi tía, cuando su cama se vino abajo por overbooking.
¡Dios que desastre de relato! -reconoce el que les escribe.
¡Me cago en Dios! -Chilló al árbitro un aficionado del Atleti tras negarles un penalty de libro. 
Por Dios, por la Patria y el Rey -dicen unos. Dios salve a la Reina -dicen otros. Dios es amor. Dios es perdón. Dios está en todos sitios. 
¿Qué más os podría decir?
Pues...adiós. Y que Dios me perdone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario