sábado, 16 de agosto de 2014

Imagínense por un momento


Imagínense por un momento, mis osados y queridos fans, que se encuentran dentro de una vieja cava del siglo XVII. Imagínense, también -ya puestos a imaginar-, que parte los muros de esta espectacular Masía, en la que se encuentra esta singular cava, están construidos sobre las viejas ruinas de la casa de un patricio romano del Siglo II después de Cristo. La cosa no podría sonar mejor, ¿verdad?, pero les diré más.  Imagínense que la casa en la que me encuentro está dentro de un espacio natural protegido y a escasamente tres kilómetros de las ruinas de la impresionante ciudad griega y romana de Ampurias, frente a las mejores playas de la Costa Brava y que el entorno, en pleno verano, mantiene una temperatura privilegiada. ¿Se lo están imaginando, a qué sí?
Lo único que delata un poco mi presencia en Cinc Claus es la limusina. El chofer no pudo meterla en la finca de Mas Peraquintana y se ha tenido que quedar afuera con la consiguiente expectación que el vehículo está generando entre los turistas que se acercan hasta aquí, a caballo o en bicicleta, y entre los doce habitantes de la aldea, los cuales ya no están ni para lo uno ni para lo otro.
Si han imaginado todo ese bucólico escenario, imagínenme a mí ahora, sentado en esa vieja cava, sobre un butacón de diseño sueco, escuchando música clásica, ataviado únicamente con un albornoz de seda china, bebiendo un té de jazmín y escribiendo esta descripción sobre el lugar en el que me hallo escondido del mundo y, sobre todo, del acoso de esos paparazzis, a los que odio más que a nada en este mundo.
Esta mañana, bien temprano, para no ir más lejos, mi equipo de seguridad le ha pegado un buen susto a un fotógrafo freelance que estaba encaramado a un árbol, frente a la casa, vestido de camuflaje.  Con su frustrado, y ahora maltrecho, teleobjetivo, pretendía filmarme con mi nueva amante y fastidiar las exclusivas que la revista Interviuti y el programa de televisión Sálvate publicarán en los próximos días. Para su información, mi actual compañera es una jovencísima modelo de origen venezolano que promete mucho, a la que voy a promocionar durante la próxima campaña. Con ella ya estamos preparando, de mutuo acuerdo, una dolorosa ruptura, por un supuesto engaño, y yo fingiré, tras otro buen reportaje que venderemos  a la revista Love, estar destrozado y buscando consuelo en los brazos de una joven promesa del cine polaco que ya tengo apalabrada.
Como ando un poco justo de liquidez –la Viagra, el caviar iraní y el champán francés están por las nubes- he pensado en organizar un “supuesto” ataque a la limusina por parte de unos radicales antisistema. Vamos a tantear a los representantes de varias revistas a ver a cuál de ellas le puede interesar que montemos el tinglado. Todo dependerá de cómo anden de carnaza los medios de comunicación este verano
Comprenderán fácilmente, tras la lectura de esta narración, que resulta muy duro y difícil mantenerse, durante tantos años, en el candelero. Los famosos estamos siempre expuestos ante las miradas insaciables de los consumidores de prensa del corazón. Con agujetas en los brazos y en las manos de tanto firmar autógrafos. Con dolor de cara de tanto posar con nuestro lado bueno y fingir sonrisas perfectas de anuncio de dentífrico. No tenemos ni pizca de intimidad. Esto es un asco, en serio.
Se lo digo sin acritud: si aún están a tiempo, elijan otra profesión, ya que esta de ser famosillo de vodevil y papel cuché, con esta interminable crisis que nos ha caído encima, no merece la pena. Se lo aseguro.
Ya no sé qué coño inventarme para hacer cash.

Bueno, les dejo, que nos sirven el almuerzo y, como todos ustedes comprenderán, sería una pena que el faisán a la naranja se me enfriara. 

8 comentarios:

  1. Me dejas patidifusa!!! No te habria imaginado asi nunca...jejeje pero ha sido diver...Un abrazo.

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    1. Soy camaleónico, Conchy, la mismo soy un rico con bata de seda, que me visto de lagarterana. Saludos.

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  2. ¡Sí, señor! Una lección de manejo del género, o subgénero o ..., narrativo que llaman bioficción. En el próximo capítulo de mis cuentos tontos me atreveré con él. Claro, que no garantizo, ni de lejos, tan buen resultado. Saludos.

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    1. Muchas gracias, Cuentón. No me eches tantas flores que me voy poner colorado. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.

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    1. Gracias Emi, por cierto, muy interesante y atrevido tu blog. Enhorabuena.

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  4. Yo solo puedo decir GENIAL!!!! Me ha encantadoooooo. Gracias!

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    1. Gracias, Mari Carmen, quizás dentro de algunos años, alcance la genialidad, de momento soy un desvergonzado que se atreve a publicar sus fantasías.
      Un abrazo.

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